periodismo digital
jueves, 22 de noviembre de 2018
lunes, 28 de octubre de 2013
El 75% de los reos no poseen sentencia ejecutoriada
Al ingresar al penal
de Morros Blancos se ve a personas caminando por la pequeña placita
de la cárcel, otras están sentadas y con una mirada perdida, tal
vez con una sola palabra en su pensamiento ¡Libertad!, pero este
deseo se vuelve más fuerte cuando una vez más la violencia se
apodera de este lugar, y es que el número de reos sin sentencia
ejecutoriada ha hecho que el hacinamiento sea un motivo de
desesperación y agonía.
Una celda de morros blancos |
En la parte
izquierda de las rejas que separan la Gobernación del penal y el
ingreso principal a un mundo frío, violento y con personas
encerradas en su propia realidad, se encuentra la celda de Daniel
(nombre ficticio) un joven delgado, de tez blanca y cabellos negros,
quien con una mirada triste nos relata la historia por la cual se
encuentra privado de libertad.
Cuenta que era
martes de challa y al igual que muchos festejaba el cierre del
Carnaval, sin imaginar lo que ese día sucedería y marcaría para
siempre su vida, tiene 19 años y hace dos se encuentra en este
recinto penitenciario por el delito de homicidio sin un final para
su proceso judicial.
Relata
que ese día junto a sus primos y tíos realizaba un festejo común
en su domicilio, y después de un momento de diversión llamó para
invitar a algunos amigos y amigas para que vayan a su casa a
divertirse un rato y compartir en grupo. Efectuó llamadas para
citarlos y entre ellos a una amiga que resultó asesinada ese
martes, y el culpable para la justicia fue Daniel.
En su
celda se puede observar un catre, una frazada, y una ventana de 30 x
40 cm que da a la cancha del penal, entre palabras entrecortadas con
una lágrima que cae por sus mejillas, nos dice que solo pide
justicia y libertad.
Casos
como éste son numerosos al interior de la cárcel, algunos reos
están acusados por delitos menores otros por casos más fuertes,
pero casi en su totalidad se encuentra con detención preventiva.
Un
sondeo realizado a 28 reos de Morros Blancos dio como resultado que
21 de ellos no tienen una sentencia ejecutoriada y sólo 7 la poseen.
De la misma forma datos generales reflejan que el 84% de los presos
de todo el penal no tienen un final para su proceso judicial.
Entre
las preguntas del sondeo estaba también, si poseían una sentencia
ejecutoriada, cuánto tiempo se encontraban privados de libertad, por
qué supuesto delito, y si creían que la justicia tardaba demasiado
en atender sus casos.
Donde las
respuestas se jerarquizaron de la siguiente manera: el homicidio
ocupa el primer lugar, en segundo está el robo agravado, en tercero
la tentativa de violación, en cuarto está el abuso deshonesto y en
quinto el hurto y estupro.
lavanderia de morros blancos |
En una entrevista
realizada al gobernador de la cárcel, Carlos Andrés Salazar
Solario, dice que el principal problema para que no se acelere el
tratamiento en los casos de los reos que no poseen una sentencia
ejecutoriada es la escasez de jueces y fiscales.
Sin
embargo, el problema no queda ahí, la ausencia de sentencia
ejecutoriada ha hecho que la violencia tome fuerza en el penal, tanto
que desde noviembre de 2012 hasta la fecha se registraron 10 muertes violentas, una muerte por causa natural y alrededor de 20 a 25 riñas
que dejaron a reos malheridos.
Según
Gladys Sandoval, representante del Defensor del Pueblo en Tarija, el
principal problema para que suceda que una persona no posea sentencia
ejecutoriada pasa por los abogados, memoriales y la suspensión de
audiencias en los juzgados, también puede ser por la falta de jueces
y la poca sensibilidad que existe con los juicios. “A los privados
de libertad al final los mandan al penal y se olvidan de ellos hasta
nueva fecha y no saben todo lo que pasa o les puede pasar a los reos
en todo ese tiempo”, afirma.
Daniel cuenta que la
vida en el penal es muy dura, dice hay que aprender a cuidarse las
espaldas, también las pertenencias “si en tu vida estás rodeada
de personas que tal vez no cometieron ningún delito hay otras que si
lo cometieron y sarcásticamente y orgullosos dicen que lo volverían
hacer” relata.
Con una mirada
triste y casi perdida, acostado en su cama, nos cuenta que el estar
encerrado hace que cada día piense en cada instante de su vida, la
vea como un video, repase punto por punto todo lo que hizo y valore
todo lo que tiene afuera para recuperar el tiempo perdido.
“La vida aquí es
demasiado triste y monótona desde despertarse a las seis, formar
para el conteo de los reos, limpiar mi celda, salir a caminar un rato
por la placita, escuchar música o ver televisión, recibir la
visita de mis padres, almorzar, tomar té despedir las visitas,
charlar tal vez con algún “FRIENDS” del penal , volver a formar
para el conteo y a las ocho de la noche ingresar a las celdas para
que te echen llave y dormir para despertar al día siguiente y volver
a revivir la rutina del día anterior”, cuenta resignado.
Daniel afirma que
estudiaba la carrera de derecho y siempre estaba metido en cualquier
actividad de la universidad, tenía la vida como todo joven llena de
actividades pero no la valoraba mucho, asegura que el ingresar al
penal es irse a otro país, donde no sabes su cultura ni como son
esas personas.
Recuerda el primer
día que lo trajeron al penal todos le dijeron “es fácil entrar
pero es muy difícil salir”, ahora esa frase resuena en su mente
sobre todo porque ya se encuentra hace dos años con detención
preventiva en Morros Blancos y su caso se ha congelado, esto a pesar
que el Código Penal establece una privación de libertad de máximo
seis meses sin sentencia ejecutoriada y mientras dure la
investigación.
Entre las respuestas
llamativas a la pregunta ¿USTED CREE QUE LA JUSTICIA TARDA
DEMASIADO EN ATENDER SUS CASOS? ¿Por qué?
“Es denigrante y
vergonzoso”, “Sí, la justicia está a favor de los que tienen
plata y a los pobres e inocentes los hunden más y los que cometen
los delitos están libres y felices porque ellos pagan plata para
callarlos”, “Si tarda ya arreglamos con la parte denunciante y
no nos largan”, “Sí, porque la justicia siempre actúa en contra
del derecho del ciudadano sin antes demostrar lo contrario”, “A
la justicia les vale porque no saben lo que es estar PRESO”.
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